A pesar de la seguidilla de cosas de última hora, cambios al minuto y “bucles espacio temporales” que alteraron los planes iniciales, igual las cosas terminaron dentro de los mismos márgenes que había proyectado en un principio… tengo una sonrisa casi “tatuada” en la cara y cada vez que cierro los ojos, mi mente se inunda de imágenes de lo que he vivido estos días … lo logré! … puedo decirlo una y otra vez … y no hay nada mejor que eso.
El mítico Gran Cañón
Veamos … se suponía que el viernes iba a trabajar solo medio día (tenía que terminar un cuestionario y la traducción del LSST) pero al final, con todo el material que me regalaron en el workshop que terminé el jueves y las fotocopias que le saqué a unos libros que Pompea me pasó (hasta me regaló un libro), terminé haciendo un paquete para mandar a Chile y con la consiguiente papelería, me quedé hasta las 4 y tanto en la pega …
La idea era irme a gran cañón en la tarde (viajando en Grey Hound … cero comentarios al respecto, ya te he contado de la experiencia de viajar en estos buses) llegando a Flastag en la noche a dormir en un motel carretero del que
Finalmente, fuera como fuera, lo que yo quería era llegar ahí.
El viaje estuvo en duda hasta inicios de la semana pero hace 2 días recibí los últimos $ 150 dollares que mi tío me mando y sabiendo que los tours que ofrecían por Internet eran de $ 300 hacia arriba, estaba dispuesta (como siempre) a improvisar en el camino y a rogar que todo resultara sin haber hecho una reserva de pasajes o alojamiento.
El verdadero problema de mi viaje era el poco tiempo … el jueves en la tarde me había llegado un correo del Doug dándome a conocer que me iban ha hacer un almuerzo de despedida y que tenía que estar en su casa tipo 1 p.m. … esto implicaba que no iba a poder quedarme hasta el domingo al medio día en Gran Cañón sino venirme en la madrugada y viajar las 8 horas tratando de llegar tipo 12 para bañarme, cambiarme ropa y estar lista en la oficina tipo 12:30, ya que
En fin, al llegar a la casa, lista para hechar un par de pilchas en la mochila y partir a la estación de buses, me llamó
Ahora tenía que esperar a que
Obviamente no dormí nada … esperé y ya a las 4:15 am. iba camino a Flastag en medio de una tormenta (sí! tormentas otra vez) rogando llegar a salvo y a una hora prudente … en teoría, manejando desde Tucson a Flastag y de ahí a Gran Cañón uno se hecha 8 horas … yo juraba que el viaje tomaba mucho menos, onda “ahí al ladito no mas” …. para nada, realmente es lejos. En todo caso
La verdad es que la suerte fue que el tipo que ella iba a buscar no estaba, llegaba a la noche y parece que era como un ex y ella quería “talk about deep things” así que, como nada mas podía hacer, me terminó llevando directo a Gran Cañón y pasando el día allá hasta las 8 pm. hora en que se volvió a Flastag a ver al susodicho, conmigo metida entremedio de los cachureos que traía en el asiento trasero.
Tuve suerte una ves mas: terminé pasando el día en el Gran cañón, la suma de las voladas más surrealistas de la naturaleza, de las visiones eidéticas y las iluminaciones de chamanes ancestrales, del triunfo de la evolución sobre las condiciones más inhóspitas, y de la historia del ocaso y desaparición de naciones enteras.
Terminaba así mi estadía en Arizona, entre precipicios y cactus, antílopes americanos pastando en quebradas y riscos donde era imposible llegar, petroglifos Navajo y pinturas rupestres que los Anazasi pintaron antes de desvanecerse en el tiempo, caminadas por senderos pedregosos, sorpresivas resbaladas demasiado cerca de la orilla, escorpiones blandiendo su aguijón entre las rocas del camino, montañas de formas impensables, y carneros pegándose saltos tipo matrix ante mis asombrados ojos y los de media docena mas de turistas porfiados que al igual que yo persistieron en seguir bajando cuando el resto ya se había cabreado.
Sentarse a la orilla de un precipicio y ver como el sol pinta colores sobre las quebradas y el viento entona melodías a tu alrededor es una experiencia que detiene el tiempo … ¿Cuántos chamanes se habrán sentado aquí haciendo preguntas al precipicio y escuchado sus respuestas en el viento?¿ cuáles fueron esas respuestas?
A las 7 de la tarde ya empezaba a oscurecer … el sol volvió rojo, rosado, naranjo y hasta azules los riscos y las montañas …el viento empezaba a ponerse mucho mas fuerte, y al subir te va empujando como avisándote que ya es hora de irte …
No he dormido nada desde un par de días pero estoy bien.
En el avión dormiré como 20 horas y eso me va a recuperar de cualquier cansancio que pueda tener.
Volver de Gran Cañón e ir a la despedida del Doug ha sido casi una realidad paralela … mi estadía espiritual en Arizona acabó en el atardecer del Gran Cañón ... el resto ha sido un epílogo de esos lateros que nadie lee en lo libros …
No sé si alguna vez volveré, pero el cuchillo del tiempo y la experiencia, han tallado una profunda muesca en mi alma, y estoy agradecida… la epopeya se ha acabado. Mañana estaré en Chile y esa será otra historia... ahora, voy a ir a la ventana a ver mi último amanecer en Tucson.
Espero verlos luego.
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Videos:
http://www.myvideo.es/watch/17921
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