4/22/2008

Yo_en_YA

Bueno y salio el articulo del MERCURIO en la revista YA.
Despues de la avalancha mediatica ( ver en este blog el post anterior )

http://youhyax.blogspot.com/2008/04/15minutosomenos.html

este artículo se ve mas serio y razonable.
(aunque tam
bien tiene ligeros errores y exageraciones)

Acá van imagenes. YA veremos que pasa con la YA.

El texto completo ( va copiado mas abajo ) también esta en:

http://diario.elmercurio.com/2008/04/22/ya/reportaje/noticias/4DDAA18A-073B-4CFC-8784-42E710B05DC6.htm?id={4DDAA18A-073B-4CFC-8784-42E710B05DC6}

Hay unos enlaces interesantes al final del reportaje. Eso fue bueno, porque son de SETI.


TEXTO COMPLETO:

CARMEN GLORIA JIMÉNEZ, SICÓLOGA, PROFESORA Y DOCTORA EN CIENCIAS:
Una profesora chilena en la Nasa
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Estuvo becada por el SETI, el centro que busca vida extraterrestre (el mismo de la película "Contacto", con Jodie Foster) y hoy forma parte del programa "Profesores en el espacio", de la Nasa, también becada. Pero cuando llegó a Chile a enseñar todo lo que había aprendido (con dinero y programas para capacitar profesores) fue rechazada una y otra vez. Hoy, prácticamente sola, sigue en esta lucha: "Tengo abandonada mi vida por esto, pero soy feliz cuando un niño entiende algo y le cambia el rictus. Cuando se le prende la ampolleta. Por eso vivo".

Por Ximena Urrejola B., desde Concepción

Carmen Gloria Jiménez baja corriendo los seis pisos de la Facultad de Física y Matemáticas de la Universidad de Concepción y no se le agita la respiración. Luego sube de nuevo corriendo, hasta el departamento de Astronomía, en el último piso. Se ve acelerada, aunque dice que ése es su estado normal. Carmen Gloria es menuda, tiene la piel muy blanca y el pelo muy negro, y en su hablar rápido dice que está a punto de conectarse con un colega astrónomo de Tucson por videoconferencia.

Mientras ajusta el computador, muestra un libro y pregunta: "¿Viste la película Contacto, en la que Jodie Foster era una científica que dedicaba su vida a la búsqueda de vida extraterrestre?"

–Claro.

–Bueno, esa científica es en realidad Jill Tarter, la autora de este libro, a quien conocí en Estados Unidos. No puedo decir que es mi amiga, pero sí ella me ha ayudado mucho. Aquí salimos las dos, ¿ves?

Carmen Gloria muestra cientos de fotografías que tiene en su blog y en las que aparece con Jill Tarter, junto a famosos astronautas, en los más importantes centros astronómicos de Estados Unidos, y muchas más suyas vestida con el traje que le entregó la Nasa, cuando fue seleccionada para el programa "Profesores en el espacio", y que tuvo que utilizar entre junio y julio del año pasado, mientras estuvo un mes en un duro entrenamiento, en pos de la posibilidad de que, si sigue superando etapas, pueda subir al espacio.

Sicóloga y profesora, con un doctorado en Didácticas de las Ciencias Experimentales y Matemáticas en la Universidad de Barcelona ("gracias a una beca Presidente de la República, si no, ¿de dónde?", se pregunta), Carmen Gloria Jiménez salió de Chile ilusionada. Desde España saltó a Estados Unidos a realizar su tesis en el observatorio astronómico de Kitt Peak, en Tucson, Arizona, de los mismos dueños de Tololo y Gemini.

Ese año –2006– conoció a Jill Tarter, quien junto a los astrónomos Carl Segan y Frank Drake en 1984 fundaron el SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence), un importante centro de investigación científica que busca evidencia de vida en el universo y donde tienen una botella de champaña enfriando en el refrigerador para el día en que encuentren vida en otros planetas. Los mismos científicos que en los años 70 enviaron al espacio las primeras misiones de exploración a Marte (los Viking) y las sondas Pioneer y Voyager que llevaban Cd's de oro con grabaciones con música de The Beatles, Mozart y saludos en todos los idiomas.

"Le fui a pedir un autógrafo, nos pusimos a conversar y ella me contó que había un programa formador de profesores del Seti y la Nasa. En este programa eligen a un profesor líder por cada estado y lo capacitan para que sea formador de otros profesores, los actualice respecto de los avances en el mundo de la ciencia, para que sepan lo que está pasando aquí y ahora, y no sigan enseñando cosas del año de la pera", explica Carmen Gloria.

Este programa es sólo para profesores estadounidenses, pero con Carmen Gloria hicieron una excepción. "Yo había mandado mis antecedentes desde España, y ya me habían dicho que no, porque no era yankee, pero se acordaban de mí porque era la única extranjera que había tenido la patudez de postular".

–¿Podemos hacer una excepción con Carmen Gloria?, preguntó Jill a la directora del programa. ¿Sus antecedentes son buenos, estaría en condiciones de entrar?

–Sí, son buenos, usted decide, usted es la jefa, le dijo la directora a Jill Tarter.

Le dieron una beca completa: alojamiento, comida. Se fue a vivir a San Francisco y estudió en la universidad de esa ciudad y en el Seti Mountain View durante cinco meses.

Entusiasmada, con dinero del Seti y la Nasa para realizar estos programas educacionales en Chile, con 150 kilos de material didáctico para capacitar niños y profesores, Carmen Gloria Jiménez llegó a Chile dispuesta a enseñar aquí todo lo que había aprendido en Estados Unidos. Y, además, como beneficiaria de la beca Presidente de la República, venía dispuesta a devolver al país lo que éste había invertido en ella. Era su deber, y lo que tenía ganas de hacer.

Una burla cósmica

Es un día radiante y frío en Concepción, después de una noche de lluvia, y Carmen Gloria sale de la universidad camino al Liceo Experimental Lucila Godoy que está a pocas cuadras. Lleva su mochila en la espalda, un computador en una mano y un bolso con papeles que cuelga de su hombro. Tiene una reunión con el director, quien está interesado en sus programas. Va a pie, rauda, un poco encorvada. Aunque es difícil seguirle el ritmo, ella lanza: "Nadie pescó".

–¿Cómo nadie "pescó"?

–Volví con plata, conocimientos, programas y las licencias y videoconferencias de los expertos de la Nasa que aparecen en Discovery Chanel. Una maravilla. Estaba feliz llegando a Chile a compartir con mis colegas profes.

No pescó nadie. "Pero tú, ¿de qué partido eres? ¿Quién te recomienda? ¿Tienes alguna vinculación aquí?". Con esa muralla me encontré. Y yo: "Por favor, traigo plata de la Nasa, ellos me van a pagar el sueldo, es un programa completo para profesores, que nunca se ha hecho aquí en Chile, ¿no le interesa?". Incluso la gente de allá llamaba para confirmar lo que yo estaba ofreciendo: "Creále a la profesora. Aquí está el IP de la Nasa, conéctese". Y ni así. Me quedé plop. Buu... fui a muchas universidades, aquí, en Santiago. Y vieras cómo este tema despierta el interés de los niños, ellos quieren aprender. Esto fue justo antes de saber que había quedado en el programa "Profesores en el espacio", que es un plus, para colmo,... es una burla cósmica, ¿me entiendes? Ni siquiera pude trabajar para "devolver" la beca Presidente de la República.

La plata de la Nasa se perdió, y Carmen Gloria está llevando a cabo ella sola, como puede, los programas que se trajo. A punta de esfuerzo y apoyo de unos cuantos soñadores como ella. "Estoy trabajando con el apoyo de nadie, salvo el grupo de Astronomía de la Universidad de Concepción. Ellos me dijeron que querían hacer algo en educación, pero no tenían ni un peso. "No importa", les dije yo, porque a mí lo que me interesa es que esto se canalice por alguna parte. ¿Sueldo? No hay. Hay 67 lucas, pero no importa, porque lo estoy haciendo por los profes, por los niños, aunque suena cursi y ridículo. Porque me podría haber quedado trabajando en Tucson, haciéndome la loca, donde por 20 horas de trabajo ganaba tres millones de pesos, y en un ambiente relajado, gente latina, buenas personas... y aquí estamos, luchando. He dejado el alma en esto".

–¿De qué vive?

–Hago clases en la escuela de talentos de la Universidad de Concepción, a niños con CI más alto de lo normal. De pitutos. De pequeños fondos. Gracias a un fondo Explora me llevé a 132 críos de toda la región a un campamento espacial a La Serena, estuvimos en los observatorios, tuvimos clases en Tololo... Pero lo voy a intentar durante dos años aquí, si resulta mi proyecto del museo, genial. O si no, me voy para afuera, no más. Y qué pena.

La reunión en el liceo se alarga, y Carmen Gloria extiende una invitación para la tarde: Vamos a Talcahuano a conocer la casa donde pretende levantar un pequeño museo y centro de intercambio tecnológico, en el que espera poder recibir a grupos de niños para enseñarles lo que sabe. Allí tiene también el traje azul que le entregaron en la Nasa.

El "Castillo" de Talcahuano

En Talcahuano hay un espeso olor a harina de pescado. La casa –proyecto de museo de Carmen Gloria– está en una subida en la calle Valdivia 480. En la vereda, dos niños recogen palos para ayudar a calentar su casa. Un grupo de gaviotas pasa volando muy cerca del techo y las micros corren una y otra vez por fuera de la puerta. Éstas tienen nombre: Vía Láctea, Las Galaxias, Vía Siglo XXI.

Esta antigua mansión venida a menos es una construcción de 1929, según dice en una inscripción en la fachada, que parece como si se estuviera viniendo abajo. Pero Carmen Gloria asegura que vinieron unos ingenieros calculistas y le dijeron que la estructura estaba buena. La casa es de su tío –una especie de padre, desde que falleció el suyo estando ella en Estados Unidos– y se la arrienda en simbólicos 60 mil pesos. Carmen Gloria abre la puerta con cuidado. Adentro hay dos gatos que se encargan de que no haya ratones y, en el patio trasero, dos quiltros que se encargan de que no entren ladrones. Mientras camina por sus pasillos desvencijados, la profesora dice que le tiene fe al potencial de la casa. En el salón principal –con techo falso de plumavit– hay unas cuantas sillas de plástico, pósters con figuras planetarias, pequeñas vitrinas con cosas que se trajo de la Nasa (como pedazos de meteoritos). En el segundo piso, revistas, programas computacionales, cursos completos para niños y profesores archivados en carpetas.

–¿No estará soñando demasiado en grande, Carmen Gloria?

–Lo que pasa es que en Chile no creemos que podemos hacer las cosas. Pero sí se puede. Sólo necesito un poco de plata, y como aquí nadie pescó, voy a empezar a postular a fondos de afuera.

En una caja de cartón Carmen Gloria tiene guardado su traje del proyecto "Profesores en el Espacio". Este programa de la Nasa fue inaugurado por el Presidente Ronald Reagan en 1984 con el fin de incentivar a estudiantes y profesores de elite en el estudio de las matemáticas, las ciencias y la exploración del espacio. Más de once mil profesores se inscribieron ese año y fue seleccionada Christa McAuliffe, quien murió en la explosión del Challenger en 1986. Después de esta tragedia el programa cerró, hasta que reabrió en 2006. Estando becada en el Seti, Carmen Gloria Jiménez se inscribió, dio exámenes, mandó papeles y en abril del año pasado le avisaron que estaba seleccionada. No lo podía creer. Estuvo allá durante un mes, en una base de Alabama, superando una primera etapa de las muchas que le quedan por delante.

Este año parte de nuevo, a la segunda etapa (o Advance Camp), otra vez con beca completa: pasaje desde Chile, alojamiento, comida, material didáctico.

El traje es un buzo completo, con un cierre, y le queda un poco grande. Tiene una insignia que dice Nasa, otra del programa "Profesores en el espacio", una tercera que dice "Space Camp", una bandera de Estados Unidos ("los gringos me han tratado muy bien"), una chapita con la bandera de Chile que ella aportó y, justo encima del corazón, un plástico negro con letras doradas que reza "Commander Jiménez". "Eso significa que puedo comandar una misión, un experimento, si llego a subir al espacio", dice.

Durante el entrenamiento se levantaba todos los días a las cinco de la mañana para empezar con las clases de geología planetaria, física, química, cómo fabricar cohetes. Después del almuerzo pasaban a las máquinas, las que simulan siuaciones del espacio: 'Como el avión que te lleva a gravedad cero y que después hace caída libre, con ventanas de microgravedad de cinco, siete minutos, y ahí flotas... Hay profesores que han esperado 20 años para subir, y si yo tengo que esperar veinte años lo voy a hacer. Total, uno puede subir hasta los 55, o sea que me quedan 21 años", dice.

–¿Cambió en algo con esta experiencia?

–Sí, descubrí cosas de mí misma. Me siento segura porque soy rápida, ágil, pero cuando estás en cero gravedad el cuerpo no te responde y empieza la angustia, algo que nunca había sentido. Es la angustia de perder el control sobre ti mismo; ahí me puse en el lugar de personas que tienen discapacidad. Es el único terror que tendría en la vida; quedar en un estado en que no puedo ser dinámica, como es mi personalidad.

Pero a Carmen Gloria no le interesa que la alaben por estar en este programa: "Hay que dejar que las cosas fluyan y que lo hagan de la mejor forma posible. Entonces, que me digan: ¿No te sientes orgullosa? Para mí no tiene ningún sentido. Espero que esto sirva para que la gente se dé cuenta de que en Chile no somos imbéciles, que podemos estar en un programa internacional, que tenemos opciones, para que los niños se motiven para estudiar, para que los colegas tengan oportunidades. Ya eso es bueno. Y si subo, subo".

A una cuadra del proyecto de museo está la casa de Carmen Gloria. Son las cinco de la tarde
y se da un respiro en el living. A las cinco y media tiene una reunión en el colegio Inmaculada Concepción, el mismo en que ella estudió becada. "Soy hija de profesor. Siempre tuve muchos libros en las manos, muchas enciclopedias, nunca plata porque los profes tienen cultura, pero no plata. Y siempre me gustaron las ciencias. Cuando tenía cinco años veía Cosmos, de Carl Segan: me levantaba temprano los domingos para verlo. Me perdía la misa".

–Cuando llega de vuelta a Chile, con todo el entusiasmo, ¿cómo vivió ese rechazo?

–Es como un duelo. Es como llegar con un camión de comida a Etiopía y que allá te digan: "No, lléveselo no más porque nos da flojera lavar los platos". Pero después de que te enojas o te deprimes tienes que tirar para adelante, no te queda otra. Viene la aceptación y el intentarlo por otro lado. Pero es mi decisión, mi libertad de tirar mi vida a una zanja. Porque me hace feliz cuando un niño entiende algo y le cambia el rictus. Cuando ves que se le prendió la ampolleta, que entendió algo complejo.

Carmen Gloria no tiene pareja ni hijos. Tiene una hermana que vive en Concepción.

–¿Ha sacrificado su vida personal?

–A la gente le gusta cumplir con roles sociales. A mí no me interesa. Que a cierta edad uno tiene que tener el auto o el televisor de plasma... No, con que tenga plata para comprar libros y viajar, conocer más y estudiar, estoy feliz. ¿Te das cuenta de cómo ando vestida? Para seguir esta vida tienes que dejar cosas de lado, son opciones. Ahora, si Dios existe, creo que está contento con lo que estoy haciendo.

EN INTERNET: Más información en

http://www.seti.org/nai/epo.php

y en

http://www.kqed.org/quest/television/view/775

Ximena Urrejola B..
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Y eso fue.

Ahora las aclaraciones:

" El programa Teachers in Space " es actualmente solo para ciudadanos norteamericanos. Ya hay gente seleccionada alla desde la epoca que se inicio.
Si hay serias posibilidades de que se habra a cooperacion Internacional. Si hay que esperar para eso, voy a esperar.
La experiencia en que yo participe fue un Space Camp Academy for Teachers, en el US. Space Camp en Huntersville Alabama. Es solo un primer atisbo de posibilidades.
Lo importante es la vinculación con el programa que esta oportunidad me dio, a través del TOYS IN SPACE, donde colegios y profesores podemos participar ya, trabajando en experiencias que podemos enviar a la ISS ( Estacion Espacial Internacional ) y que de ser elegidas pueden ser llevadas al Espacio para ser testeadas, y recibir video conferencias de los Educational Specialist que las lleven"
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